Leo en el blog de un buen amigo, Daniel Marí, el sorprendente resultado de una pequeña encuesta hecha a nivel de la Facultad de Informática de Barcelona, en la cual destaca que un tercio de los que acaban los estudios de informática, tienen pensado no ejercer como tal. Si a eso le sumamos otro tercio que quieren dedicarse a programar (y mira que he conocido gente en la facultad y todos queríamos huir de ser programadores) y otro nada despreciable 23% que tenía pensado ser emprendedor, nos quedamos con que apenas un 10% de la nueva hornada de ingenieros informáticos estarán disponibles en el mercado para dedicarse a redes, sistemas, auditorias, y todo el sinfín de posibilidades que ofrece la informática a parte de la programación. Si estos datos fueran extrapolables y pudiéramos pasar la muestra de la estadística a la población, realmente los que nos dedicamos a trabajar por cuenta ajena como informáticos no programadores, vamos a forrarnos en poco tiempo. Mola.
También sorprende la cantidad de gente que tiene pensado ser emprendedor. Sería interesante saber de ese porcentaje, cuantos acaban siéndolo, y es más, cuantos de los que sí lo son, lo son en España.
Solo como apunte, esta cantidad de nuevos programadores contrasta con el artículo que se publicó no hace mucho del conocido Enrique Dans, ¿Alguien ha visto un programador? y de las numerosas respuestas que salieron al respecto, debatiendo sobre la falta o no de programadores. Si bien, no se trata de un estudio riguroso, de hecho no es ni un estudio, sí que nos sirve para darnos cuenta de que si faltan programadores, no será porqué los informáticos no quieran programar (un tercio de ellos quiere).
Foto por J.Salmoral