Tras casi un año acumulando borradores en el blog, por fín publico algo. Dejo aquí el resumen (con notas en inglés y español) que hice para la certificación de AWS Solutions Architect Associate (que me saqué a través del curso de A Cloud Guru). Hice el examen a finales de Octubre de 2017, así que a día de hoy, debería ser útil para aquellos que quieran subir a examinarse en breve.
Título duro y críptico donde los haya, pero si estás aquí es por una razón: quieres saber cómo configurar una zona Reverse DNS donde crear tus registros PTR de tus direcciones IPv6 con Amazon Route 53.
Primero de todo, para poder gestionar tú mismo los registros PTR, deberás confirmar que te pueden delegar la gestión del RDNS. Para ello, deberás confirmar con tu ISP que efectivamente, te puede delegar la gestión de los RDNS de tu rango de IPs públicas, ya que en otro caso, no podrás auto-gestionarte el RDNS.
Reverse Zone Name
Tras confirmar que el ISP nos podrá delegar la gestión del RDNS, lo primero que haremos, será pedirle a nuestro ISP que nos dé el nombre de la reverse zone que deberemos crear. El nombre de la zona, será la parte fija de nuestra IP pública, al revés, acabada en «.ip6.arpa». Ejemplo:
IPv6 range: 1234:5678:9ABC::/48 Reverse zone name: C.B.A.9.8.7.6.5.4.3.2.1.ip6.arpa
Con estos datos ya podremos entrar en el panel de AWS para la gestión de Route53.
Gran pregunta. Difícil Respuesta. La fácil es… depende. Hasta aquí estaba claro. Pero no sólo depende de cuales sean tus necesidades, también depende de qué proveedor vayas a elegir.
Cloud Computing
He trabajado mucho durante los últimos dos años, con dos de las empresas de Cloud Computing más importantes, Amazon AWS y RackSpace. ¿Cómo me ha ido?
Bueno, para empezar he aprendido que Cloud Computing es sinónimo de flexibilidad y agilidad. Es trementamente útil para proyectos que reciben cargas de trabajo extremadamente diferentes en función del día o la hora, o en función del resultado de determinada campaña de márketing. Por ejemplo, puedes aumentar o disminuir los recursos de tu máquina, según necesites, en cuestión de minutos. Incluso Amazon tiene un servicio llamado «Cloud Watch Auto Scaling» que te permite aumentar o disminuir recursos de forma totalmente automática, en función de la carga del servidor. Escalado vertical tremendamente fácil y rápido.
Amazon AWS ofrece un sistema de almacenamiento de archivos llamado S3. Este sistema se puede aprovechar para gestionar archivos de forma automática desde un servidor Linux, para, por ejemplo, realizar copias de seguridad o almacenar otros datos.
Para ayudarnos a gestionar S3 desde una terminal de un servidor Linux, disponemos de herramientas como s3cmd, lista para instalar con yum:
[[email protected]]# yum info s3cmd
Paquetes instalados
Nombre : s3cmd
Arquitectura : noarch
Versión : 1.0.1
Lanzamiento : 1.fc15
Tamaño : 319 k
Repositorio : installed
Desde el repositorio : updates
Resumen : Tool for accessing Amazon Simple Storage Service
URL : http://s3tools.logix.cz/s3cmd
Licencia : GPLv2
Descripción :S3cmd lets you copy files from/to Amazon S3
: (Simple Storage Service) using a simple to use
: command line client.
Amazon, entre muchos otros, ofrece un servicio de cloud computing, en el que podemos crear máquinas a partir de imágenes de sistemas operativos preconfigurados compartidos en la red de Amazon. Estas imágenes se conocen como AMIs (Amazon Machine Image).
Sin embargo, se puede dar la ocasión en la que necesitemos instalar una máquina con un determinado sistema, que no se encuentre entre las diversas AMIs disponibles. En esas ocasiones, deberemos seguir las instrucciones de Amazon para la creación de una AMI personalizada.
Ayer me llegó el Kindle 2 de Amazon, el famoso lector de eBooks de la archiconocida tienda de compras por Internet. La verdad es que me recuerda a un ipod en grande; blanco mate en la cara frontal y plateado en la posterior. Hay que decir que es mucho más bonito que la primera versión del Kindle que sacaron, que tenía un aspecto bastante prehistórico, para mi gusto.
Lo primero, el Kindle viene perfectamente empaquetado y protegido en una caja de cartón hecha a medida. Viene con un cable de mini-usb a usb, con un adaptador usb a corriente tipo americano, con lo que no sirve para conectarlo a la corriente en España. Sin embargo, podemos comprar un adaptador USB a corriente tipo Española, o un adaptador americano – europeo, o simplemente (como he hecho yo), conectar el Kindle a un puerto USB del ordenador, que éste ya sirve para cargar. Por USB, en un par de horas tienes el Kindle cargado al máximo y listo para funcionar ininterrumpidamente durante 2 semanas (o eso dicen).
Lo segundo ha sido buscar la forma de crear directorios en el Kindle, puesto que tenía varios archivos pensados para subir, pero quería mostrarlos de forma ordenada en mi nuevo gadget. No habido suerte, ya que el Kindle no soporta de forma nativa la creación de carpetas para ordenar los ficheros, incluso sabiendo que el Kindle 2 puede almacenar hasta 1500 documentos. Sin embargo hay algunas alternativas que se proponen en la red como por ejemplo usar tags para clasificar los documentos.
Una vez hecho esto, ha llegado el momento de subir documentos. Hay varias formas de hacerlo, entre ellas, la de subir directamente el documento al Kindle como si fuera un disco duro más del PC, a través del cable USB, arrastrando y soltando el archivo. Sin embargo, así no se aprovecharán las funcionalidades del Kindle, como cambiar el tamaño de letra o realizar anotaciones, y para eso, es preferible convertir el documento a formato Kindle antes de subirlo. Para ello, tenemos varias opciones:
Enviar el documento por email a tu cuenta de Kindle, para que se convierta de forma automática y se envié a tu Kindle sin necesidad de estar éste conectado al PC, con un coste de unos céntimos de euro.
Enviar el documento a tu cuenta gratuita de Kindle, para que se convierta también de forma automática, pero en este caso, sin que se envíe directamente al dispositivo. En lugar de eso, Amazon responderá nuestro correo con un enlace donde poder descargar el archivo convertido, para posteriormente subirlo por cable USB.
Usar un programa que permita convertir directamente un archivo al formato usado por el Kindle.
He empezado por enviar un pdf de 5KB a mi cuenta gratuita de Amazon, para comprobar el tiempo de respuesta y sobretodo conocer el formato final. Al cabo de unos 30 segundos se me ha enviado un email con el enlace a un archivo .azw de 3,4KB.
En cuanto a mi opción preferida (la tercera), he empezado probando el MobiPocket Creator (la edición Publisher, puesto que la Reader no nos servirá), siguiendo los pasos de este video, pero el resultado no ha sido muy bueno. También he probado Stanza, que ha dejado el archivo resultante en un formato que dejaba un poco que desear, y Auto Kindle (o Kindle Auto eBook Converter), que me ha devuelto un archivo .mobi funcional, pero con los saltos de línea mal ubicados, y sin imágenes.
Finalmente he enviado el mismo archivo pdf a mi cuenta de Kindle para que me lo transformara automáticamente, y se me ha devuelto (a los pocos segundos) un archivo .azw (de 1 MB en lugar de los 4MB originales) pero con un formato parecido al obtenido con el software conversor. Así que visto lo visto, descarto continuar usando este servicio, más lento y engorroso, sobretodo si tenemos varios archivos que queremos convertir.
El problema de subir directamente pdfs, es que no puedes cambiar el tamaño de la letra ni hacer anotaciones, pero puedes cambiar la orientación de la pantalla y sobretodo, se mantiene el formato original del archivo, con imágenes y espacios. Así que aquí se presenta una primera disyuntiva: ¿subir directamente el archivo PDF o transformarlo a formato Kindle para aprovechar al máximo sus funcionalidades extra? La respuesta dependerá del para qué se quiera usar ese pdf.
Aún me queda mucho por probar, ya que apenas he trasteado con él un par de horas, pero a simple vista, parece un trasto de lo más útil, ya que es como redescubrir Internet y sus posibilidades (ahora tengo al alcance cientos de miles de documentos que podré leer sin necesidad de destrozarme la vista o arrasar con unos cuantos árboles, sin mencionar el ahorro en novelas y demás libros convencionales), sin embargo, también parece claro que Amazon tiene que ponerse las pilas para mejorar algunos aspectos de su software, que ayuden al usuario a sacar un mayor provecho del Kindle.
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