Últimamente he estado leyendo sobre cómo y cuando actualizar un servidor Linux (Fedora/CentOS/Red Hat en mi caso), de cara a aplicar los últimos parches de seguridad y mantener el sistema actualizado. Resulta que no soy el único que se pregunta sobre si hay algún tipo de guía, recomendaciones, o mejores prácticas para updatear sistemas.
Después de leer y leer, y ver las numerosas razones tanto a favor como en contra de los updates automáticos, la siguiente frase en la documentación oficial de Fedora resume cuándo habilitar las actualizaciones automáticas, por lo general:
«If the machine is a critical server, for which unplanned downtime of a service on the machine can not be tolerated, then you should not use automatic updates. Otherwise, you may choose to use them.»
Es decir, por norma general sería una buena idea habilitar las actualizaciones automáticas en todo servidor que no sea crítico, siempre y cuando tengamos la posibilidad de deshacer los updates instalados, o revertir los cambios, en caso de error.